3 CUIDE LA DIETA
Para estar sano hay que comer bien. Eso significa comer todo tipo de alimentos y evitar los excesos. Vigile su consumo de sal, grasas y azúcar. Incluya frutas y verduras en su dieta. Cuando compre pan, cereales, pasta o arroz, lea las etiquetas y escoja los que sean integrales, pues son más ricos en fibra y en nutrientes. En cuanto a las proteínas, ya sea en carnes rojas o blancas, conviene comer porciones pequeñas y sin grasa. Si es posible, incluya pescado un par de veces por semana. También hay vegetales que son ricos en proteínas.
Si come mucha azúcar y demasiadas grasas saturadas, tendrá sobrepeso. Beba agua en lugar de refrescos o gaseosas, y en vez de postres o dulces, coma fruta. Reduzca el consumo de alimentos que contienen grasas saturadas: salchichas, carnes, queso, galletas, etc. Y cocine con aceites saludables, no con grasas saturadas, como la mantequilla o la manteca.
Si usted es de los que consume mucha sal, la presión sanguínea se le puede disparar. Así que en vez de sazonar con sal, use especias y hierbas aromáticas. Además, en la etiqueta de los alimentos envasados, podrá ver cuánta sal, o sodio, contienen.
No solo debemos controlar qué comemos, sino cuánto comemos. Por más que le guste lo que esté comiendo, deje de comer cuando ya no sienta hambre.
Los alimentos también pueden transmitir enfermedades si no se preparan o guardan como es debido. En Estados Unidos, 1 de cada 6 personas se intoxica por comer alimentos contaminados, y aunque la mayoría se recupera, algunas mueren. ¿Cómo puede evitar intoxicarse?
- Como en ocasiones se utiliza estiércol para abonar la tierra, siempre lave bien las verduras antes de prepararlas.
- Antes de empezar a cocinar, lávese las manos con agua caliente y jabón. Haga lo mismo con los utensilios, los platos y las superficies donde vaya a preparar los alimentos.
- Lave las superficies o los platos donde ha puesto huevos, carne o pescado crudos antes de volver a utilizarlos. Así evitará que las bacterias contaminen los alimentos listos para comer.
- Cocine bien los alimentos, es decir, hasta que alcancen la temperatura adecuada. Si no va a consumirlos en el momento, póngalos en el refrigerador cuanto antes.
- Deseche cualquier alimento que se haya dejado a temperatura ambiente más de dos horas, o una hora si la temperatura supera los 32°C (90°F).
Comentarios
Publicar un comentario