La mayoría de la población, y puede que tu también, llevan 20, 30, 40, 50 o más años ingiriendo cantidades industriales de azúcar a diario. Se han criado y viven con ella. Desde el azúcar del café, el dulce después de comer, los platos de pasta, las pizzas, las hamburguesas, hasta la carne congelada lleva azúcar, jamón cocido, conservas...
Si hicieras la cuenta, te sorprenderías de la cantidad diaria de azúcar que consumes, llenarías varios campos de fútbol a lo largo de tu vida. Ahora, tras tantos años ingiriendo toneladas de azúcar, contratas un entrenador personal y nutricionista deportivo o lo haces por tu cuenta para mejorar tu salud y forma física.
A los dos días surge la común frase: “mi cuerpo me pide azúcar”, “esta dieta es muy baja en hidratos de carbono, necesito energía” y esta es mi favorita: “me faltan hidratos de carbono porque hoy me he mareado”. En la mayoría de los casos, ninguna de estas afirmaciones es verdad y hay veces que cuesta hacérselo entender al cliente.
¿Realmente piensas que si tienes un trabajo de oficina y tu única actividad son 45-60 minutos en una sala de pesas o trotar un poco en la cinta necesitas ingerir montañas de hidratos de carbono en cada comida? ¿realmente piensas que necesitas varios platos de pasta, pan, frutas, zumos...para esta mínima actividad que no llega ni a 400 calorías quemadas? Y además que es a tan baja intensidad que el cuerpo utiliza la grasa como fuente de energía en parte y no los hidratos de carbono en su totalidad.
Estamos en un contexto de pérdida de grasa durante todo el artículo, para que no haya malentendidos, para ganancias de masa muscular sí hacen falta más hidratos de carbono porque son entrenamientos más intensos y la reposición de glucógeno y depleción debe ser alta.
Pero para pérdida de grasa, sí, hacen falta hidratos de carbono, sólo el cerebro necesita 50 gr./día para funcionar correctamente, se eleva menos el cortisol durante el entreno si ingerimos hidratos de carbono, aumenta el rendimiento, entre otros muchos factores, pero no en las cantidades que las personas piensan que necesitan.
Con esa mínima actividad, la mayoría de personas trabajan bien con un poco de tubérculos, legumbres, verdura y fruta al día si no tienen trabajos físicos y la actividad es leve como la anteriormente comentada. Para nada necesitais montañas de pasta, arroz, pan...
¿Qué es lo que ocurre realmente? Te lo voy a decir pero no te va a gustar en absoluto, es que las personas que encuadran en este caso son adictas al azúcar, sí, adictas, aunque suene mal.
Han estado años comiendo fuentes ingentes de azúcar, donde el azúcar eleva los niveles de dopamina y serotonina (las hormonas de recompensas y felicidad), exactamente igual que la cocaína. Si pones al lado un encefalograma de las zonas activadas de los efectos de la cocaína y el azúcar son los mismos. Sé que esto es duro de escuchar e incluso puedes querer agredirme verbalmente porque estoy comparando a las personas que consumen azúcar durante años con cocainómanos, pero el efecto es ese, y como tal, una adicción tiene sus fases para que el cuerpo pueda superarla y adaptarla.
Cuando realmente surgen las frases: “me he mareado por falta de azúcar, súbeme los hidratos entrenador”, “me falta energía”...no es tu cuerpo quien lo pide, es tu cerebro, no hay falta de energía real para poder hacer tus funciones. Es esa adicción que reclama su ingesta y lo peor de todo, es que cuando ingieres azúcar, a las horas o minutos hay una hipoglucemia y el cuerpo vuelve a pedir más azúcar, es un círculo vicioso.
Hoy en día casi TODO lo que no es totalmente natural, cualquier cosa envasada o preparado, lleva azúcar. Y como toda adiccion, debes reducir gradualmente el azúcar y ser consciente de lo que realmente está ocurriendo. El cuerpo lleva años acostumbrado a tomar esta droga y quitársela de golpe el cuerpo no lo va a superar en un día y tienes que ser consciente de ello y no echar la culpa a la dieta y saber cuál es el problema real y que será por algo que debas pasar. Hay técnicas como ir reduciendo el azúcar poco a poco, ingerir fruta, una onza de chocolate negro...para que la transición sea llevadera.
Así que, si es tu caso, ¿Quieres seguir siendo un adicto/a? Por supuesto que vas a poder comer de vez en cuando una pizza, comida rápida, dulces, pero no como tu base diaria de alimentación, sin hablar de los perjuicios de salud que supone el azúcar, que eso da para varios artículos :)
Antonio Ortiz
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