No se acaba con la obesidad sin cambios importantes en el estilo de vida

• Expertos en nutrición inciden en la importancia de no reducir únicamente el aporte calórico para acabar con el sobrepeso y advierten de los peligros de practicar un exceso de deporte sin la alimentación adecuada, ya que también perjudica al organismo

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• Una actividad física adecuada a cada tipo de persona, que acompañe a una alimentación equilibrada, es fundamental para un control efectivo de los índices de obesidad.

  Éste ha sido uno de los temas que se han debatido en el simposio ‘Retos de la Salud Pública en Nutrición: la perspectiva de la actividad física’, que se ha celebrado en el marco del III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública que está teniendo lugar en Las Palmas de Gran Canaria y que ha conseguido reunir a más de 1.500 expertos de más de 90 países.

  Ahora es el exceso de comida el motivo que centra las preocupaciones de los países desarrollados

  «Durante los últimos años la lucha contra la obesidad se ha centrado en la reducción de la ingesta de calorías, pero aunque esta estrategia puede dar buenos resultados a corto plazo, en la mayoría de las personas no se produce el efecto deseado si ésta no va acompañada de cambios importantes en el estilo de vida», afirma . el catedrático José Antonio López Calbet, del Departamento de Educación Física del Instituto de Investigaciones Biomédicas y de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria). «La mejor manera es combinar una alimentación apropiada con un volumen de actividad física adecuado con el fin de conseguir un balance de energía negativo hasta conseguir el nivel de composición corporal idóneo», agrega.

  La calidad, cantidad y seguridad de los alimentos han sido las preocupaciones fundamentales en salud pública, pero superada esta fase, «ahora es el exceso de comida el motivo que centra las preocupaciones de los países desarrollados», explica el profesor López Calbet.

  Actividad física regulada

  De ahí la importancia del balance energético, que no solo consiste en gastar la energía que consumimos, también hay que adecuar la ingesta a la actividad que hagamos. De hecho, el exceso de actividad física, no acompañado de una alimentación adecuada al desgaste energético, puede conllevar consecuencias para el organismo. «Se trata de una vía por la que el organismo reduce su masa corporal libre de grasa y que puede afectar al tejido musculoesquelético, esencial en la preservación de la masa ósea y para mantener la capacidad de hacer ejercicio», subraya el experto.

  Esta pérdida de masa libre de grasa puede atenuarse realizando ejercicio de baja intensidad como puede ser caminar.

  El exceso de actividad física, no acompañado de una alimentación adecuada al desgaste, puede afectar al tejido musculoesquelético

  La actividad física óptima para prevenir la obesidad debe formar parte de un estilo de vida saludable y debe consistir en un ejercido programado por un especialista. «Esta dosificación de la actividad física ha de tener en cuenta que existen muchas formas de hacer ejercicio, dependiendo de las características de cada persona. Además, hay que tener en cuenta que si esta actividad se detiene, su efecto positivo se desvanece de forma muy rápida», afirma Lopez Calbet.

  En este sentido, la doctora Marcela González-Gross, responsable del grupo de investigación ImFINE y miembro de CIBERobn, apunta que «el ejercicio físico debe realizarse a determinadas intensidades, para forzar los mecanismos fisiológicos y aumentar la fuerza muscular, la condición física cardiorrespiratoria, el equilibrio, la agilidad y la coordinación, a todas las edades». Pero este ejercicio físico debe estar integrado en un estilo de vida activo, que incluya realizar transporte activo, como ir andando o en bicicleta, usar las escaleras en lugar del ascensor, y aumentar los momentos de actividad tanto en el colegio, en el lugar de trabajo, en casa o por la calle.

  «El gran reto del siglo XXI es integrar la vida activa sin renunciar al progreso. Son muchos los programas que están en marcha para aumentar la actividad física de la población, pero aún falta concienciación y adherencia a los mismos. La vida en movimiento, además de contribuir a mejorar nuestra salud, es divertida, sociable y mejora nuestro estado de ánimo», indice la doctora González-Gross.
  
  
• http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/salud/vida-sana/201411/14/acaba-obesidad-cambios-importantes-20141114102047-rc.html?ns_campaign=WC_MS&ns_source=BT&ns_linkname=Scroll&ns_fee=0&ns_mchannel=TW
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