Si tener una buena noche de descanso no ocurre fácilmente, puede que tu dieta tenga algo de culpa
Pocas cosas se comparan con despertarse descansado y lleno de energía después de una buena noche de descanso. Para muchas personas, una noche de descanso completa puede ser difícil, y puede estar relacionada con los alimentos que consumimos durante el día. Eso es porque los malos hábitos de alimentación (no solamente lo que comes, sino también cuándo comes) pueden impactar la cantidad y calidad del sueño. Y el problema a veces puede transformarse en un círculo vicioso.
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Cuando no duermes durante la noche, los alimentos que consumes al siguiente día para obtener energía pueden ser los mismos alimentos que ponen en riesgo una buena noche de descanso.
Esto es lo que ocurre. Cuando no obtenemos una buena noche de sueño, las hormonas naturales del hambre se desbalancean y crean ansias de comer. Aquellas personas que no duermen bien suelen a consumir más bocadillos durante el día, y por lo general recurren a los alimentos dulces y a la cafeína para obtener energía. El problema es que la cafeína puede interferir con tu sueño durante la noche, y aunque los alimentos con un alto contenido de azúcar pueden impulsar tu nivel de energía por un periodo de tiempo corto, existe una alta probabilidad que tu nivel de azúcar descienda rápidamente, y comenzarás el proceso nuevamente.
Entonces, cuando se trata de obtener una buena noche de descanso, la mejor defensa es tener una nutrición saludable. Cuando te alimentas correctamente durante el día, existe una buena posibilidad que duermas bien durante la noche.
¿Cómo alimentarte para tener una buena noche de descanso?
- Mantén la porción de la cena moderada. Irte a descansar con un estómago lleno puede ser incómodo y puede provocar indigestión, evitando que duermas. Por otro lado, si tu cena es muy pequeña, puede que te despiertes debido a un ataque de hambre.
- No consumas demasiadas grasas y proteínas durante la cena. Las comidas con un alto contenido de grasa toman más tiempo en digerir, y la proteína estimula la producción de sustancias químicas en el cerebro que te ayudan a sentirte más alerta. Las comidas bajas en grasas pueden digerirse con más facilidad, y los carbohidratos ayudan a estimular la producción de diferentes sustancias químicas en el cerebro, que te ayudan a relajarte y dormir. En vez de consumir alimentos altos en proteína, consume carbohidratos saludables, como las verduras, frutas, granos enteros y frijoles, con una porción pequeña de proteína.
- Pon atención al consumo de cafeína y alcohol. Si eres una de las personas que consume cafeína de forma regular, puede que duermas sin problema, aun si tomas café después de la cena. Pero la cafeína y el alcohol pueden interrumpir tu ciclo de descanso, y puede que logres dormir, pero no permanecerás dormido. Y eso hace más difícil lograr un sueño profundo y reparador.
- No consumas demasiados líquidos en la tarde. Si una vejiga llena es lo que está interfiriendo con un sueño reparador, intenta controlar tu consumo de líquidos durante la cena. Intenta consumir más líquidos durante el día, en lugar de tratar de “ponerte al día” durante la noche.
Susan Bowerman es la Directora de Educación y Capacitación Mundial sobre la Nutrición. Susan es Dietista Certificada y Especialista Certificada por la Junta en Dietética Deportiva.
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