Empezar cada día con buen pie ayuda a un buen estado de ánimo que repercute en nuestra salud. Unos primeros minutos positivos y bien organizados pueden ayudarte a que las mañanas sean más llevaderas. Te contamos cómo lograrlo. ¡Feliz día!
No hace falta plantar primero el pie derecho al levantarse de la cama ni realizar un conjuro frente al espejo. Basta seguir estas normas básicas para empezar bien el día.
1. Prepara todo antes de ir a la cama. Empezar bien el día requiere organización. Si te cuesta arrancar, procura dejar preparado lo importante la noche anterior: deja la ropa escogida, la mesa del desayuno preparada y, si sales de viaje o tienes una reunión, la maleta o el maletín hecho. Cuanto menos tengas que hacer antes de salir de casa, mucho mejor.
2. Duerme bien y lo suficiente. De la cantidad y calidad del sueño depende el ánimo matinal. De siete a ocho horas, es la cantidad necesaria de sueño reparador para que una persona adulta rinda.
3. Despiértate con calma. El ring del despertador es el enemigo número uno de un buen despertar. Lo ideal sería que tu despertar sea progresivo: una opción es tener una música agradable cuyo volumen vaya aumentando poco a poco; otra, aún mejor, sería despertarse con una luz de intensidad creciente. Hay lámparas-despertador con esta función.
4. No saltes de la cama. Tómate unos segundos para desperezarte y estirarte. Así tu cuerpo se percatará de que debe levantarse. Esos momentos no cuestan nada y ayudan a arrancar con buen pie.
5. Exponte a la luz natural. Exponerse nada más levantarse a la luz solar es una forma natural de decirle al cuerpo que ya es de día. A partir de la primera exposición a la luz, el cuerpo contará 16 horas hasta volver a tener sueño.
6. Toma agua al levantarte. El sueño nocturno es el periodo más largo de tiempo que pasamos sin beber, por lo que es buena idea tomar un gran vaso de agua nada más levantarse. Y mejor si está a temperatura ambiente.
7. Haz un poco de ejercicio. Hasta 30 minutos después de abrir los ojos, el cuerpo sigue dormido. Para ayudar a que se despierte suavemente, realice unos estiramientos sencillos (nada muy intenso). Esos ejercicios moderados por las mañanas le ayudarán a activarse.
8. Regálate una buena ducha. Cada persona tiene unos gustos, pero la ducha matinal ayuda a despertar el cuerpo y a empezar el día con buen pie. No tiene que ser muy larga ni con agua muy caliente. Lo justo para activarse y lavarse.
9. Piensa en positivo. Si has pasado una mala noche, piensa en algo positivo cuando te despiertes,
como las cosas que vas a solucionar. Ese pensamiento positivo, aunque parezca una tontería, ayuda a iniciar la jornada sobre buenas bases.
10. No salgas de casa sin desayunar. Con el desayuno pasa lo mismo que con la luz solar: cuanto antes lo tomes, antes se pondrá el cuerpo en marcha. Ni se te ocurra salir de casa sin desayunar. La noche es una larga fase de ayuno, y el cuerpo necesita alimento. No importa si es dulce o salado, lo importante es hacer una comida equilibrada y suficiente.
Artículo publicado por Alberto E. Parra en el número 116 de la revista Salud y Corazón.
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