Un sencillo cuestionario para averiguar si nuestra alimentación es tan saludable como creemos
- Por LAURA CAORSI / JULIO BASULTO
Imagen: stevanovicigor
"Nosotros comemos bien". "En casa cocinamos muy sano". "Me cuido mucho en las comidas". "Guisamos con muy poca sal". ¿Quién no ha dicho u oído alguna frase como esta? Es probable que todos hayamos comentado nuestros hábitos dietéticos con amigos o familiares y, más todavía, hayamos dado consejos para cuidar la línea y la salud. Cuando hablamos sobre alimentación y decimos manifestaciones de este estilo, lo hacemos convencidos de que nuestra dieta es tan sana como cabría esperar, que nuestros hábitos son saludables y que los "caprichos" son excepciones. Pero, ¿en realidad es así? En el siguiente artículo se plantea un sencillo cuestionario para averiguar si comemos tan bien como creemos.
¿Visitantes ocasionales o infiltrados en nuestra dieta?
Imagen: Iuliia
La alimentación no hace milagros, pero hace la diferencia. Por ejemplo, no hay alimentos que curen el cáncer, pero sí los que ayudan a prevenir esta enfermedad y muchas otras. Al margen de las dietas milagrosas, los métodos mágicos, los alimentos funcionales o los nutrientes en pastillas, que confunden (y mucho) a la población, casi todos sabemos que los hábitos dietéticos determinan en buena medida la salud. Es una relación de causalidad muy clara, aunque los efectos no se observan a corto plazo, sino con el tiempo. Como en casi todos los proyectos importantes, para mejorar la salud con la alimentación es preciso ser constantes.
¿Somos constantes? Probablemente muchas personas dirán que sí, que su dieta es saludable y que los alimentos superfluos (los muy calóricos y grasos, pero poco nutritivos) aparecen en la mesa en muy contadas ocasiones. "Un día es un día" o "Por una vez que comamos de esto tampoco va a pasar nada" son las frases que suelen 'aderezar' los caprichos esporádicos. La cuestión es determinar si son tan circunstanciales como creemos o si están más presentes en nuestra dieta de lo que percibimos. En muchos casos, no somos conscientes de que el consumo de alimentos superfluos no es la excepción, sino la norma.
¿Comes bien? Diez preguntas para averiguarlo
A continuación se formulan diez preguntas. No provienen de un cuestionario validado por un comité científico, pero conviene contestarlo con sinceridad. Las respuestas que se den pueden servir de orientación para ayudarnos a comprender si nuestros hábitos se acercan o no a un patrón de dieta saludable.
No somos conscientes de la "realidad nutricional"
Imagen: vankad
Las preguntas -y, sobre todo, las respuestas- dan mucho qué pensar, sobre todo porque muestran que hay una distancia considerable entre lo que sabemos, lo que hacemos y lo que creemos hacer. Dintintos estudios poblacionales revelan una y otra vez que estamos lejos de seguir una dieta sana.
A modo de ejemplo, una encuesta reciente llevada a cabo por EROSKI CONSUMER mostró que mientras el 90% de los padres o cuidadores considera que los niños se alimentan de manera adecuada, esos pequeños siguen un patrón de dieta que en absoluto puede calificarse como saludable. En el artículo 'La alimentación infantil en España debe mejorar' se ampliaron los resultados de ese sondeo y se expuso que en la dieta infantil hay demasiado azúcar, pocas frutas y hortalizas, demasiados alimentos superfluos y pocos cereales integrales. Esto es muy preocupante, dado que unas pocas calorías de más están relacionadas con las actuales tasas de obesidad infantil.
Estos resultados se pueden extrapolar a la dieta de los adultos: la mayoría somos conocedores de la importancia de una dieta sana e incluso creemos seguir una "dieta mediterránea", pero la realidad es muy distinta, según se amplió en el artículo 'La mala alimentación supera nuestro consumo de alimentos sanos'. Como ejemplo, se toman entre 80 y 90 kilos anuales de alimentos ultraprocesados cada año. Este dato, recogido en el Informe Global de la Nutrición 2015, se incluyó en un artículo cuyo título ya da una pista de la realidad de nuestro patrón de alimentación: 'Una de cada tres personas sigue una dieta insana'. Así, cuando afirmamos "comer bien", cabe hacerse la pregunta de ¿con quién nos estamos comparando?
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